El problema de la basura es un problema milenario que ha afectado al mundo y a sus grandes urbes. La cuidad de Santo Domingo no escapa de ello. Aludes de quejas, críticas e iniciativas han girado entorno a este problema, sin embargo mientras más siglos cumple esta ciudad mas lejana se vislumbra la solución definitiva para este mal y yendo al grano, este país no podrá solucionar este mal hasta que personas como mi vecino y las que viajaban el vehículo que aparece en la fotografía desaparescan o en dado caso reciban un buen escarmiento.
La imagen no lo capta, pero los pasajeros del vehículo sintieron hambre o tal vez un simple antojo en medio del tráfico de la Ave. Kennedy y aprovechando la asombrosa variedad mercantil de los semáforos dominicanos optaron por comprar un paquete de chinas (naranjas) para

Apuesto todo a que estos son de los primeros que salen a quejarse cuando las calles de ahogan de agua porque los sistemas de drenaje están rebozados de desperdicios o cuando la acumulación de basura arropa la cuidad. Tanto el vecino, como las personas del vehículo son cerdos de dos patas, cochinos rechonchos e ignorantes que habitan entre humanos y otras clases de animales.
2 comentarios:
de eso esta lleno RD de animales de dos patas
Lamentable pero asi es...
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