23/3/08

EL VALOR DE UN CHELE


En mi niñez con un peso solía comprar cuatro chicles Double Double o cuatro cacaítos (chocolatitos), una paleta Bom Bom Bum, las ricas paletas colombianas que han dicho presente en muchas generaciones de niños dominicanos. También se podían comprar cuatro mentas de guardia o de frutitas, si uno llevaba una peseta (50¢) te podías comprar dos unidades y ya sabrán por lógica que cada unidad costaba 25¢. De aquellos años recuerdo que mi madre guardaba en su closet un pote de cristal en el que echaba aquellos cheles que le sobraban, pesetas, veinticinco, diez, se amontonaban en la estructura cristalina, tal vez ella los guardaba para algún imprevisto pero para mi fue un botín en el escurrí mis manos en cada vez que sentía deseos de comer dulces, así fue hasta que me agarraron con las manos en la masa y me dieron merecido cariño con la chancleta….

La moneda nacional de la Rep. Dominicana es el Peso Dominicano (RD$), desde hace varias décadas los centavos, también llamados cheles dejaron de circular y de representar valor para los consumidores mas no así para los comerciantes. Si usted compra un yogur cuyo precio es RD$ 24.75, debe pagar 25 pesos, no 24, ni 24.75 porque ya nadie usa los centavos, de echo no circulan y en el caso maravilloso de que usted los tuviera no se los aceptan porque no son parte del cuadre de cajas. El comerciante no puede perder ni un centavo por eso aunque el articulo que desee adquirir cueste RD$ 250.10, le cobrara 251.00 y usted debe regalarle 90¢, así por así, porque si, por que quien se va a poner de ridículo y tiñoso a reclamar 90 centavitos viejos que no lo hacen falta a nadie, ¿verdad?

Una vez sentí vergüenza, una de esas que si acaso te dejan subir la mirada, todo porque mi mamá reclamo a la cajera del supermercado que le devolviera su peso, pues la cuenta había echo 500.20 (por decir un valor), la cajera miro a mi madre con si fuera un extraterrestre y dijo;

- Señora lo que sobran son 80¢ (queriéndole decir vieja loca y miserable son centavos que vas a hacer con eso, no te dan ni para comprarte una menta)

Mi madre dice

- Lo sé, pero que bien que el supermercado no pueda perder 20¢, pero que yo si pueda perder 80¢.

Yo pensando

- Dios mío, que bochorno por unos chelitos. No se puede hacer nada con centavos.

La cajera abrió la caja registradora y le devolvió la moneda que dice un Peso Oro.

En cuanto a mi actitud, por supuesto que ha cambiado, pues en aquel entonces la verdad que no sabía el valor de un peso, pues no había trabajado nunca y me faltaba mucho para hacerlo.
Definitivamente creo que se aprende el valor del dinero cuando lo ganamos trabajando nosotros mismo, sudando la frente y abajando el lomo, es ahí cuando comprendemos que para ganarnos alguito debemos sudar mucho, bueno al menos si lo ganamos honestamente. Después de trabajar y ganarme lo que gano sudando la frente, es que comprendo porque hemos de defender lo que es nuestro, y no quiero ser mezquina ni roñosa, ni miserable, pero realicemos el siguiente ejercicio;
Digamos que a un supermercado diariamente le consumen 7,000 personas y que cada una de ellas dejen al supermercado 50 centavos, en una semana el comerciante se queda con RD$ 24,500.00, que usted yo sudamos pero que porque sí, se los dejamos al comerciante, ¿Qué le parece? RD$ 24,500.00 es mas de lo que yo me gano en un mes, y es aproximadamente 7 veces el suelo mínimo de una persona en la Rep. Dominicana… Entonces vuelvo y le pregunto ¿Qué le parece?

He de contar otra anécdota, para cuando sucedió ya sabia el valor del dinero, abordé un carro público (transporte público), en ese entonces había una disputa por un aumento del pasaje hecho efectivo hace algunos días de RD$ 7.00 u 8.00 pesos lo habían elevado a 10.00 algo así, no recuerdo exactamente, pero el asunto es que, en esa semana el aumento fue anulado (probablemente el gobierno les dio $ a los sindicalistas) y si el pasaje volvía al precio regular en aquel entonces. En el carro, el chofer empezó a devolver a quienes debía, yo por supuesto extendí mi mano para recibir los dos o tres pesos que me sobraban, mientras que un señor, un guachimán (guardián de seguridad), lo delataba el uniforme, rehusó a recibir su devuelta, exclamando:

- No quédeselo, ¿Que voy a hacer yo con tres pesos?

Yo pronuncié palabra para mis adentros, y solo pensé cuanta ignorancia, pues por lo menos aquí en Dominicana los guachimanes son unos de los empleos mas mal pagados por ello generalmente quienes ejercen esa labor son personas que viven entre la pobreza y la pobreza extrema. Yo me pregunte todo el camino si acaso ese señor no se le ocurrió que esos tres pesos quizás le podían completar el pasaje que necesitaría mañana, o que tal vez podía dárselo a uno de sus hijos (suponiendo que tenia) para que se comprar algún dulcito o un lápiz o una borra para decir algo mas productivo. Que pendejo el señor acaso tampoco se pregunto por que el chofer se quedó e dinero, que puede hacer el chofer con tres pesos que no pueda hacer el? pues sin con tres pesos no sirvieran para nada los choferes en ese entonces no hubieran aumentado el pasaje…

Pero lo que más me pica es la arrogancia de decir que no necesita tres pesos, y no es por el simple hecho de que fuera un guachimán el de la acción, sino que esta acción se repite una y otra vez en nosotros los dominicanos, como si por creernos mas de lo que somos o mejor dicho fantasmear (aparentar) de lo que no somos, caemos en la bruteza de despreciar lo que nos ganamos sudando a otros para que no nos encasillen en ridículos o miserables.

El post me ha quedado muy largo por lo que he decidido dividirlo en dos partes, así que este post termina como algunos de los de Baakanit.

Continuara….

6 comentarios:

Baakanit dijo...

Eso de quedarse con la devuelta se ha convertido en una tradición en nuestro país. Te faltó mencionar los casos en los cuales en algunos negocios descaradamente te devuelven con mentas y dulcitos.

Si los supermercados no tienen una cámara apuntando a la cajera, es posible que sean ellas la que se queden con todo el dinero que la gente le dejó.

Te cuidas.

P.D. Buena idea la de dividir los posts. ;)

Ciao

chuchy dijo...

eso lo hacen todos los comerciantes sean de donde sean, los culpables son los pendej... que por estar de privones no exigen su cambio, lo mio es mio y prefiero pasar por roñosa y no por idiota. ademas cada quien tiene la libertad de ir a los comercios que le convengan a comprar.

Amilcar Garcia dijo...

Saludos:

Estuve en la Capital hace unos 3 años y note que allí no se ocupan de darte cambio. Al día siguiente viajamos hasta Santiago y las cosas cambiaron. En Bonao y en una bomba de Tamboril no solo las cosas eran mas baratas sino que te daban cambio exacto. Creo que en la Capital se vive a otro ritmo. Mucha gente se aprovecha de los turistas, otros simplemente se mudan allí esperando superar una condición económica a “cualquier” precio (puedo estar equivocado; pero lo mismo pasa en San Juan)… Pero en general mi experiencia fue buena. En una disco de la Capital le pelee a una muchacha por 10 pesos y se enojo tanto que en adelante me ignoró por completo… La próxima vez me voy por Santiago…y por allí me quedo; porque no quiero ir a los sitios a pelear y por naturaleza soy malo para los negocios… Se puede pasar bien en la Capital pero hay que pasar mas tiempo y tomarle el ritmo… Saludos!

Lpsg dijo...

Estupendo...estoy deseosa por leer el próximo!!

Unknown dijo...

jajajaja solamente acotaré: "Es un CAMORREO justo"

Saludos Anacaonita.

Baakanit dijo...

No solo en la capital sucede, en el interior eso es un práctica común. Muy bueno el aporte de JCarlos.

Saludos